viernes, octubre 14, 2005

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-“No traigo nada de instrumental”- contesta el Dr. Campos, al tiempo que camina al interior de la oficina del lugar –“ni anestesia o medicamentos, tendríamos que regresar al consultorio”
-“Eso, desafortunadamente doctor, esta fuera de discusión; la extracción debe hacerse ahora”- replica el Guero –“Sin embargo, creo que aquí podemos tener todo lo que puede requerir”
-“¿Tienen aquí instrumental?” pregunta Campos
-“desarmador plano y de cruz, llave de tuercas, pinzas de corte y un gato hidráulico”- dice el Guero- “siéntase en confianza de usar lo que necesite”
-“Esto es lo que alcance a agarrar en su consultorio” - dice Pacheco al tiempo que enseña un trapo con instrumental dental.
-“Maravilloso”- afirma el Guero – “traigan al Sonrisas”
El “Sonrisas” es un hombre moreno de unos 35 años y 1.60 de estatura. Antes de conocer al chino, era un simple taquero con los molares podridos, la encía colorada y los dientes frontales del mismito color que el huitlacoche. Cuando "El Chino" le propuso otorgarle una tremenda dentadura nueva a cambio de un par de molestas semanas, no dudo ni un segundo.
La habitación se ilumina con la sonrisa del Sonrisas, que porta elegantemente un kimono adquirido en su reciente viaje al oriente del planeta. Los japoneses han hecho un trabajo impecable con su dentadura. Ahora será removida por completo.

1 Comments:

At 1:51 p.m., octubre 25, 2005, Anonymous Anónimo said...

vamos, vamos! esta muy bueno! felicidades!

 

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